El hijo de Michetti, de los vagos que se beneficia con un programa.

Si hay un mito que vocifera reiteradamente la derecha es el de los “planeros”, simbolizando en el término a aquellos que viven a costillas del Estado que, supuestamente (sacando la evasión, obviamente) ellos pagan “con la suya”, manteniendo así a esos “vagos” que no quieren trabajar.

Pero eso es en el discurso. En la realidad, todos, absolutamente todo, recibimos beneficios del Estado, ya sea directa o indirectamente. Desde algún subsidio en un servicios, la atención en algún hospital o, porque no, directamente, con un aporte en efectivo, como es en el caso del hijo de la ex-vicepresidenta Gabriela Michetti.

Lautaro Cura, a él nos referimos, se presentó y recibió del Ministerio de Cultura de la Nación, a través de la Secretaría de Desarrollo Cultural, un aporte excepcional y extraordinario bajo el marco del Programa “Impulsar II”, destinado a representantes de elencos, bandas, compañías y/o productores, quienes debían presentar una programación del espectáculo a realizarse entre los meses de noviembre 2021 y abril 2022 y el contrato o aval emitido por la sala, teatro o predio en las que se realizarán las funciones de donde surja el compromiso de producción del espectáculo, con indicación del aforo total del espacio.

Así lo hizo en su condición de músico, calificando en la “Categoría A” (para salas pequeñas), y recibiendo $120.000 por dos presentaciones.

 
Y está perfecto que así haya sido. Que se haya presentado y que se lo hayan otorgado, pues lo hizo cumpliendo con todo el rigor de la ley como el hijo de cualquiera.

No como cuando el año pasado recibió un conchabo del amigo Horacio Rodríguez Larreta (fruto de las influencias de su madre) puesto a dedo como “fotógrafo” en una actividad llamada “PicNic Nocturno” y por la cual se llevó unos dinerillos.

Fuente: Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable.