Que pague el que sigue

El reciente acuerdo con los bonistas que cerro el gobierno provincial, nos deja a todos en condiciones desastrosas y con una espada de Damocles que caerá sobre nuestras cabezas en el 2023.
La urgencia del gobierno provincial para reestructurar la deuda que el propio gobierno tomó, lo llevó a realizar un pésimo acuerdo para los y las cordobesas con el objetivo de evitar un default.

Todos recordaremos cuando asumió el macrismo, situación que el propio Schiaretti y el cordobesismo (incluido Casserio) ayudaron a concretar, se produjo, como era de esperar, una serie de devaluaciones. En esa instancia, “el Gringo”, reprodujo hasta el hartazgo por los medios hegemónicos, bien pagados por la pauta oficial, que “La deuda de  Córdoba no se vera afectada por la suba del dolar”. Bueno, si nos afectó, y mucho. Pero claro, esos mismos medios que forman parte del cordobesismo, se encargaron de ocultar que nuestra provincia, esta en default. 
Tras cinco propuestas de reestructuración de Schiaretti, y ante la reiterada negativa de los tenedores de bonos, estos aceptaron, muy satisfechos, unos intereses usurarios. 

El acuerdo alcanzado por los PDCAR 21, 24 y 27 que totalizan 1.685 millones de dolares, tendrán una tasa anual del 6 %, casi seis puntos por sobre lo que se paga internacionalmente y el doble de lo que fue la reestructuración de deuda nacional.  A esto, hay que agregarle que los vencimientos se difirieron para el 2023, con lo que el nuevo gobierno que asuma, deberá lidiar con esa deuda. 

La situación de la provincia, en materia económica, es pésima. Mientras, seguimos premiando a la agroligarquia, de la que Schiaretti se siente muy cercano, se sigue precarizando a los empleados publicos; las tarifas siguen subiendo y  el sistema de salud, esta colapsado; entre otras calamidades que nos dejan tantos años de neoliberalismo en la provincia.